Cristina Lama (Sevilla, 1977) presenta su segunda exposición individual en Cavecanem. Ya anteriormente había hecho dos colectivas y participado en diferentes ferias de arte contemporáneo, como Arco o la última recientemente en Castellón.
Una veintena de cuadros, todos óleos sobre lienzo de distinto formato, que van desde 250 x 200 cm, el más grande, hasta 14 x 18 cm, el más pequeño. Cristina nos sorprende con una obra madura, muy cocida a fuego lento, de hecho, esta joven artista lleva trabajando diariamente desde hace ya casi 20 años. Los que hemos tenido la fortuna de conocerla apreciamos el valor de la constancia, de la fe, del trabajo duro y sobretodo de la progresión.
Precisamente esa progresión es uno de los grandes valores que podemos observar en esta muestra. Su pintura ha ido mejorando año a año, para lograr esa magia, ritmo y color que recorren sus lienzos. Constancia que ha dado lugar a una pintura fluida, orgánica, directa: del estómago al lienzo. La generosidad en el proceso creativo se refleja en la espontaneidad y en esa inmediatez que permite que surjan miedos, fantasmas, y figuras extrañas que a veces ni ella misma reconoce, pero que sabiamente sabe respetárselas -el tiempo también pinta- decía Goya.
Todos sus personajes inventados son iconos que hablan de las relaciones humanas. Sentimientos que afloran en situaciones difíciles, como las de ahora. Y con esto, queremos destacar otro componente fundamental en la pintura de Cristina, su contemporaneidad. Es decir, acertar como el dardo en la diana, en el momento justo y en el lugar adecuado.
Al trabajar con el subconsciente, Cristina conecta con una memoria instintiva capaz de recuperar imágenes primitivas. Personajes, paisajes extraños, escenarios vaporosos, donde trata de concretar aquello que no llega a conocer bien y que la hace conectar con el inconsciente colectivo.
Un compromiso a través de estas alegorías contemporáneas que tiene que ver con los poderes tácitos, manipulados en la sombra, que rigen el destino del mundo actual.
Quizás sea este sentido de la contemporaneidad, esta conexión instintiva tan directa con el mundo que le rodea, el que le ha llevado a ser seleccionada para realizar el cartel del Festival de Cine Europeo de Sevilla, SEFF 15.
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